El alto el fuego en Gaza parece finalmente acercarse a la realidad tras la reciente firma de un acuerdo entre Israel y el movimiento palestino Hamás, facilitada por mediadores internacionales como Qatar, Estados Unidos y Egipto. Este hito se alcanzó tras superar las diferencias de última hora que habían retrasado su concreción. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, con los bombardeos israelíes en la Franja aumentando en intensidad, sumando más de 100 muertos desde el anuncio del acuerdo. El gabinete de seguridad de Israel se encuentra en las últimas fases de aprobación del pacto, esperando dar luz verde este sábado para iniciar el intercambio de rehenes por presos palestinos previsto para el domingo. Este acuerdo incluye un periodo de presentación de alegaciones al Supremo que, según las expectativas, no debería obstaculizar el proceso.
Mientras tanto, los nombres de 33 rehenes a ser liberados en la primera fase ya han sido revelados por la prensa israelí. Entre ellos, hay niños pequeños, personas mayores y algunos con doble nacionalidad francesa, destacando la preocupación por su estado de salud. Hamás enfrentó presiones para no incluir reservistas militares en esta fase inicial, pero cedió finalmente, aunque la organización no ha podido proporcionar un listado completo debido a los continuos ataques. Por otro lado, el escenario político interno en Israel es complejo, con figuras como Itamar Ben Gvir amenazando con renunciar si el acuerdo se lleva a cabo, mientras que Bezalel Smotrich, un ministro ultranacionalista clave, ha decidido permanecer en la coalición gubernamental a pesar de su desacuerdo con el pacto. La implementación del cese al fuego, aunque tiene por objetivo ser definitiva, queda sujeta a acuerdos entre Netanyahu y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre cuestiones críticas como los ataques a Gaza y la situación en Cisjordania e Irán.
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