La cifra de muertos por el ataque aéreo israelí contra un edificio residencial en Nabatieh, en el sur de Líbano, ha aumentado a 10, posicionándose como el más mortífero desde el inicio de la guerra en Gaza el 7 de octubre. Entre las víctimas hay dos niños de nacionalidad siria. Israel afirmó haber bombardeado un almacén de armas de Hezbolá. Este ataque ocurrió poco después de la 1.00, tras una pausa en las negociaciones de alto el fuego en Doha, levantando preocupaciones sobre una escalada de la violencia en la región. El Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública ha confirmado el balance de víctimas, incluyendo a una mujer y sus dos hijos, todos sirios. En respuesta, Hezbolá lanzó más de 40 cohetes hacia el norte de Israel, según la radio del Ejército israelí.
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