Las autoridades de Israel han alcanzado un acuerdo con Hamás para la entrega de los cuerpos de cuatro rehenes israelíes fallecidos durante su cautiverio en la Franja de Gaza. Este intercambio, que se llevará a cabo sin eventos mediáticos, forma parte de un acuerdo más amplio en el que Israel liberará a más de 600 presos palestinos. La entrega de los cuerpos, que se realizará de manera privada, busca evitar la exposición propagandística que ha caracterizado devoluciones anteriores, calificadas por el gobierno de Netanyahu y diversos colectivos judíos como «humillantes» y «depravadas». El conflicto se inscribe en el contexto de tensiones regionales acrecentadas por los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, que provocaron una ofensiva militar israelí en Gaza, dejando un saldo de más de 48,000 muertos.
El movimiento Madres Judías por la Paz ha criticado las presentaciones públicas orquestadas por Hamás durante las entregas de rehenes, calificando estas escenas como «terrorismo psicológico» y denunciando la participación de la comunidad internacional en dichos actos. Esta organización, surgida a raíz de los sangrientos atentados de octubre, acusa a Hamás de deshumanizar la tragedia con representaciones escénicas que vulneran la memoria de las víctimas y señala la malversación de fondos internacionales para financiar actos terroristas y propagandísticos. Las críticas subrayan el uso de la ceremonia como arma de confrontación política y la manipulación del dolor de las familias involucradas, evidenciado por los montajes visuales que acusan a Israel de las muertes, mientras ocultan la realidad del conflicto.
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