Israel ha llevado a cabo una operación antiterrorista en el Líbano contra Hizbulá que ha permitido a sus servicios de inteligencia obtener valiosa información sobre los integrantes del grupo armado. A pesar de que el gobierno israelí no ha reconocido los ataques, fuentes cercanas al Shabak y al Mossad indican que este es el responsable de las acciones, las cuales han culminado en la identificación de numerosos operativos, activistas y sus familias. Las listas de los hospitales ahora sirven como un registro detallado, lo cual representa un logro considerable para Israel. La estrategia ha incluido explosiones en dispositivos de comunicación, como los «buscas» o beepers, comprados por Hizbulá para evitar intervenciones en sus móviles.
Durante dos días consecutivos, las explosiones de estos dispositivos, junto con los walkie-talkies utilizados por los miembros de Hizbulá, resultaron en decenas de muertos y heridos. La intervención parece haber sido meticulosamente planeada, incluyendo la colocación de cargas explosivas en los dispositivos activadas remotamente. Las explosiones abarcaron áreas clave como Beirut, el valle de Beqaa y el sur del Líbano, generando gran conmoción. Al cierre de esta edición, los ataques habían dejado un saldo de al menos 21 muertos y miles de heridos, con la posibilidad de que aumente el número de víctimas. Las acciones de Israel podrían indicar una preparación para una incursión militar o un aviso a Hizbulá para que cese sus actividades hostiles.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.
