La crisis en Gaza se intensifica con la nueva invasión terrestre por parte del ejército israelí, que busca ocupar y controlar permanentemente áreas de la Franja. La operación, denominada «Carros de Gedeón», ha resultado en más de 350 muertes solo en los últimos días, según fuentes palestinas. El avance de las fuerzas israelíes se concentra en el norte de Gaza, especialmente en Yabalia y Beit Lahia, donde los ataques han destruido escuelas y hospitales. Esta ofensiva militar sigue al cierre total de fronteras por parte de Israel, que ha dejado a la población en una crisis humanitaria sin precedentes, acercándola a la hambruna al impedir la entrada de ayuda vital. Médicos sin Fronteras advierte que las condiciones en Gaza podrían llevar a la erradicación de la vida palestina en el enclave.
A medida que los bombardeos intensifican la emergencia humanitaria, las negociaciones entre Israel y Hamás en Doha no avanzan significativamente. El gobierno israelí, encabezado por Benjamín Netanyahu, insiste en cercar Gaza y mantener la presión hasta lograr la liberación de rehenes y el desmantelamiento de Hamás. A pesar de las condenas internacionales, incluido el rechazo de la ONU y ONG a un polémico plan de militarización de la ayuda humanitaria, Israel continúa con su estrategia. Se anticipa que la distribución de ayuda bajo supervisión militar llegará solo a una parte de la población necesitada, exacerbando la ya crítica situación en la Franja, donde la mayoría de las víctimas recientes han sido mujeres y niños.
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