El ejército de Israel interceptó este miércoles la Global Sumud Flotilla, una misión que buscaba llevar ayuda humanitaria a Gaza y romper el bloqueo marítimo sobre la región. La operación detuvo a los 44 barcos y sus 530 tripulantes a 70 millas náuticas de Gaza, en aguas internacionales, lo cual generó acusaciones de violación del derecho internacional. Entre los pasajeros se encontraban figuras como Greta Thunberg y Ada Colau. Las autoridades israelíes justificaron la intervención argumentando que los barcos se dirigían a una zona de conflicto, mientras el Gobierno italiano informó que los ocupantes serían trasladados a Israel para su posterior expulsión.
Durante la operación, una serie de embarcaciones, incluida la que transportaba un reportero del diario español EL PAÍS, fueron abordadas por fuerzas israelíes que cortaron todas las comunicaciones. Las tensiones aumentaron cuando se reportaron actos de hostilidad, como el uso de cañones de agua y embestidas deliberadas. Los tripulantes intentaron minimizar riesgos arrojando dispositivos electrónicos por la borda para proteger su identidad y evitar represalias. Al llegar a puerto, los detenidos enfrentarán procedimientos legales que podrían culminar en deportación o, para algunos, en encarcelamiento temporal, dependiendo de su decisión de firmar documentos de deportación inmediata. La situación sigue siendo especialmente tensa conforme las gestiones diplomáticas intentan asegurar la protección de los ciudadanos involucrados.
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