El conflicto en Oriente Próximo continúa intensificándose, afectando gravemente a la población de Gaza, donde la capacidad de producción agrícola ha sido prácticamente destruida. Un informe de la ONU revela que menos del 9% de las tierras agrícolas de Gaza son cultivables tras los ataques aéreos y terrestres de Israel, dejando a la población dependiente de la ayuda internacional. En un incidente reciente, un lanzamiento de ayuda desde el aire provocó la muerte de un residente de Gaza, lo que ha desatado críticas sobre este método de entrega. A su vez, camioneros esperan en Rafah para ingresar con suministros, enfrentando ataques de colonos israelíes, mientras que Naciones Unidas advierte sobre la posible suspensión de sus operaciones debido a las exigencias de Israel de información sobre sus empleados palestinos.
En Cisjordania, las demoliciones por parte de Israel han resultado en la destrucción de 122 estructuras, afectando viviendas y medios de subsistencia. Además, Israel ha emitido nuevas órdenes de evacuación en la Franja de Gaza, incrementando la preocupación entre los residentes. Mientras tanto, el entorno político se complica en Líbano, donde Hezbolá ha rechazado la decisión del gobierno de desarmarlos, calificándola de un «grave pecado». Los enfrentamientos continúan cobrando vidas, con al menos 20 personas muertas en un accidente de transporte de alimentos atribuido a las restricciones israelíes. Esta situación evidencia la profunda crisis humanitaria y las complejidades políticas que siguen agravando el conflicto en la región.
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