El ejército de Israel ha iniciado un intenso bombardeo de artillería sobre localidades libanesas cercanas a la frontera, como Wazzani, Jiam y Marjayoun, tras comunicar a sus aliados estadounidenses el inminente lanzamiento de una invasión terrestre. La situación se ha agravado con la declaración de «zona militar cerrada» en varias localidades israelíes y evacuaciones en tres áreas del suburbio sur de Beirut. EE. UU., en defensa de su aliado, enviará miles de tropas a la región, aunque Washington trata de presionar a Israel para limitar la operación y evitar una ocupación prolongada del sur de Líbano, similar a la de 1982-2000, que dio origen a Hezbolá. La invasión, según el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, se centrará en destruir infraestructuras de Hezbolá.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha reiterado la necesidad de un alto el fuego y Washington mantiene constantes contactos con aliados para buscar una solución diplomática a la crisis, incluyendo una tregua de 21 días propuesta por EE. UU. y Francia la semana pasada. Sin embargo, la situación sigue escalando, con más de 120 muertos en las últimas horas de bombardeos, miles de desplazados y la reciente autorización del asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá. Mientras tanto, el ejército israelí continúa sus preparativos para la invasión terrestre y Estados Unidos ha movilizado más fuerzas armadas en previsión de diversas contingencias, aumentando así la tensión en una región ya en crisis.
Leer noticia completa en El Pais.