En un debate encendido en la Knéset, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defendió su estrategia de “presión” en Gaza ante numerosas críticas por parte de la oposición. Con más de 38.700 fallecidos y miles desaparecidos tras nueve meses de bombardeos, Netanyahu afirmó que Hamás está sometido debido a la eliminación de sus comandantes y terroristas en Rafah y el corredor Filadelfia. El líder opositor Benny Gantz acusó a Netanyahu de retrasar operaciones clave por indecisión y abogó por una comisión estatal de investigación sobre errores de seguridad previos al ataque de Hamás del 7 de octubre. Pese a las críticas, Netanyahu desestimó las acusaciones, calificándolas de falsas.
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