El conflicto entre Israel e Irán sigue escalando tras ocho días de intensos enfrentamientos. Israel mantiene sus bombardeos sobre las instalaciones del programa nuclear iraní, además de llevar a cabo asesinatos selectivos de altos mandos del régimen de Teherán. El último en ser eliminado fue Saeed Izadi, jefe del Cuerpo Palestino de la Fuerza Quds, acusado de coordinar un ataque que mató a 1,200 personas en Israel. Las autoridades iraníes, por su parte, han detenido a 22 personas por supuestas actividades de espionaje. En respuesta, tropas israelíes han atacado instalaciones de centrifugadoras y lanzaderas de misiles en la ciudad de Isfahán.
A nivel diplomático, el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, se encuentra en Estambul para buscar una solución negociada al conflicto. Sin embargo, las propuestas europeas no han sido bien recibidas en Teherán, donde se insiste en que no se negociará sobre las capacidades defensivas del país. Mientras, Donald Trump ha pospuesto su decisión sobre una intervención militar en Irán, aumentando la incertidumbre. En Tel Aviv, la vida continúa bajo la amenaza constante de misiles, con ciudadanos adaptándose a esta nueva normalidad mientras se mantienen atentos a las alarmas de ataques.
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