El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, denunció públicamente un reciente ataque con misiles balísticos por parte de Irán, enfatizando que ningún país toleraría tal agresión contra sus ciudades y ciudadanos. Desde el cuartel militar de Kirya, en Tel Aviv, Netanyahu reafirmó el derecho de Israel a defenderse ante estos ataques, los cuales han infringido daños en infraestructuras clave, como bases aéreas israelíes, aunque la mayoría de los misiles fueron interceptados o cayeron en áreas no pobladas. Este ataque ocurre en el contexto de tensiones crecientes en la región, días antes del aniversario de un violento asalto por parte de Hamás en el sur de Israel, rememorando el 7 de octubre de 2023, cuando tuvo lugar una brutal masacre. Irán justificó su acción como represalia por operaciones israelíes contra destacados líderes terroristas vinculados a grupos como Hezbolá y Hamás.
En medio de este clima de hostilidad, Israel se encuentra enfrentando desafíos en múltiples frentes, en combate directo con grupos terroristas de la talla de Hamás en Gaza, Hezbolá en Líbano, así como con fuerzas respaldadas por Irán desde Siria, Irak y Yemen. Netanyahu ha centrado buena parte de sus declaraciones en el conflicto con Hezbolá, señalando avances significativos en Líbano, donde Israel busca cambiar el equilibrio de poder en el norte del país. Las tensiones actuales son una continuación del vasto despliegue militar israelí, que ha extendido sus operaciones desde el sur de Gaza hasta el sur de Líbano, en un compromiso por proteger a la población israelí de ataques inminentes, y garantizar el retorno seguro de los ciudadanos desplazados a sus hogares.
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