En los últimos días, se ha intensificado la tensión en Yemen con una serie de bombardeos aéreos realizados por Estados Unidos en áreas controladas por los rebeldes hutíes. Según el canal de televisión de los hutíes, Al Masirah, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo ataques en la zona de Al Faza, en el distrito de At Tuhayta, así como en la estratégica ciudad portuaria de Al Hodeida, donde se localizan instalaciones eléctricas clave y puntos de entrada cruciales para ayuda humanitaria. Esta ofensiva sigue a una serie de bombardeos previos en distintos puntos del norte y centro del país, incluidos ataques en Saná, que resultaron en al menos nueve heridos. Al Masirah también reportó ataques en un barrio de la ciudad de Saada, aunque sin proporcionar detalles adicionales sobre las consecuencias.
El incremento de las hostilidades sigue a declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump que amenazó con una respuesta contundente contra los hutíes, a quienes categoriza como un grupo terrorista respaldado por Irán. Trump ha exigido que Irán cese completamente su apoyo a los insurgentes, en un contexto donde los hutíes han lanzado ataques con misiles y drones desde Al Hodeida contra Israel y el tráfico marítimo en el mar Rojo. Esta escalada de violencia coincide con los renovados ataques de Israel en la Franja de Gaza y con las advertencias de los hutíes de retomar acciones militares si no se permite la entrada de ayuda a la zona. La situación en Yemen, ya golpeada por años de conflicto, enfrenta una nueva y peligrosa fase de inestabilidad que amenaza con desbordar las fronteras regionales.
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