El ejército israelí clausuró este domingo la oficina de la cadena de televisión árabe Al Jazeera en Cisjordania, según informó el diario The New York Times. Un grupo de soldados irrumpió en la sede ubicada en Ramala, ordenando la evacuación inmediata del personal encabezado por el corresponsal jefe, Walid al-Omari, y confiscando varios ordenadores y cámaras. Las autoridades israelíes decretaron el cierre de la delegación durante 45 días. El canal catarí, que transmitió en vivo los primeros momentos de la operación, ha estado ofreciendo una amplia cobertura de las operaciones israelíes en Gaza y Cisjordania, bajo la acusación del Gobierno israelí de apoyar la causa de Hamás.
Este cierre se enmarca dentro de la aplicación de una nueva ley restrictiva hacia los medios informativos extranjeros, aprobada el pasado mes de abril, que ha sido duramente criticada por las organizaciones de libertad de prensa e incluso por Estados Unidos, el principal aliado de Israel. La ley autoriza al Gobierno a bloquear el acceso y cerrar cualquier medio que considere una amenaza para la seguridad nacional, estando claramente dirigida contra Al Jazeera. El primer ministro Benjamín Netanyahu calificó al canal como «terrorista» y expresó su intención de usar la nueva legislación para detener sus actividades en Israel.
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