Israel ha comenzado los preparativos para implementar el plan de paz del expresidente Donald Trump en Gaza, anunciando la liberación de rehenes israelíes en poder de Hamás como el primer paso. El gobierno de Benjamín Netanyahu ha ordenado a sus tropas limitarse a «operaciones defensivas», aunque los bombardeos continúan, dejando al menos siete muertos, incluidos dos niños. Hamás aceptó en términos generales la propuesta de Trump, que incluye un plan de 20 puntos, mientras que la Yihad Islámica ha apoyado esta respuesta, allanando el camino para la liberación de rehenes. El plan de paz exige la entrega inmediata de los rehenes en 72 horas, el fin de los bombardeos y la retirada progresiva de las tropas israelíes, dejando una presencia permanente en el perímetro de Gaza.
El acuerdo también propone un gobierno tecnocrático palestino bajo supervisión internacional, aunque Hamás ha pedido negociar detalles y ha evitado comprometerse sobre la tutela internacional. Trump, sin embargo, ha declarado que Hamás está listo para una paz duradera e instó a Israel a detener los bombardeos para asegurar la liberación de los rehenes de forma segura. Las confrontaciones continúan con la muerte de civiles palestinos en las supuestas zonas seguras, generando escepticismo entre los habitantes de Gaza. Aunque hay una esperanza cautelosa ante los posibles avances, el recuerdo de altos el fuego rotos en el pasado genera desconfianza en la población, que permanece alerta a cómo se desarrollarán los acontecimientos.
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