El legendario director David Lynch falleció el 16 de enero a los 78 años, dejando un legado cinematográfico imborrable con obras maestras como «Terciopelo Azul» y la revolucionaria serie «Twin Peaks». Su hija Jennifer Lynch compartió detalles íntimos de sus últimos momentos, revelando que el cineasta estaba preocupado por la situación política en Estados Unidos e incluso consideró abandonar el país. A pesar de llevar tiempo enfermo con enfisema pulmonar, Lynch continuó trabajando hasta poco antes de su muerte, circunstancia que ocurrió durante los devastadores incendios en Los Ángeles, cuando había sido temporalmente evacuado de su hogar en Mulholland Drive y mientras planificaba una reunión familiar que nunca llegó a concretarse.
Jennifer también narró cómo sus padres se conocieron en la escuela de arte y compartieron un hogar creativo pero económicamente difícil. A pesar de los desafíos personales y su dificultad para manejar la paternidad—tema que Lynch canalizó en su film «Cabeza borradora»—mantuvo una relación cercana con sus hijos, quienes ahora custodian su vasto archivo artístico, parte del cual será subastado. El fallecimiento dejó una profunda huella emocional en sus allegados, evocando palabras de consuelo de su expareja Isabella Rossellini, quien destacó la singularidad de perder a una figura tan amada, tanto por el público como a nivel personal.
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