La presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está en la búsqueda de una solución efectiva para implementar la regla de paridad 60-40 en los nombramientos de magistrados. Esta regla busca promover un equilibrio de género en los altos cargos judiciales, asegurando que ninguna de las dos representaciones supere el 60% del total. La iniciativa responde a un creciente enfoque en la equidad de género dentro del ámbito judicial, reconociendo la necesidad de reflejar la diversidad de la sociedad en las instituciones que la regulan. El desafío actual radica en encontrar una fórmula que permita aplicar esta regla sin comprometer la calidad y la imparcialidad que el sistema judicial debe garantizar.
En medio de un contexto donde las tensiones y críticas sobre la composición del CGPJ son cada vez más palpables, la presidenta ha subrayado la importancia de una participación equilibrada que no solo enriquezca el ámbito judicial, sino que también refuerce la confianza pública en la justicia. Las conversaciones sobre cómo implementar este modelo de paridad son todavía preliminares, pero han generado un significativo interés y debate en el sector judicial y en otros órganos gubernamentales. La presidenta trabaja en colaboración con expertos y figuras clave del ámbito judicial para desarrollar un plan que sea factible y beneficioso, teniendo en cuenta las posibles implicaciones legales y estructurales que conlleva esta ambiciosa reforma.
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