Las autoridades irlandesas han comenzado excavaciones en un convento de monjas en Tuam, donde se sospecha que hay unos 800 esqueletos de bebés, un hallazgo relacionado con uno de los escándalos más impactantes de la Iglesia católica en el país. Los trabajos se centran en los restos de una casa de acogida para madres solteras administrada por las Hermanas del Buen Socorro entre 1925 y 1961. La investigación fue desencadenada por un estudio de la historiadora Catherine Corless, quien halló 796 certificados de defunción de niños, de los cuales solo dos tenían índice de enterramiento. Las excavaciones preliminares confirmaron la presencia de restos humanos en tanques sépticos del edificio, impulso que motivó al gobierno irlandés a ordenar una pesquisa más amplia en 2017.
El proceso de excavación, que abarcará un área de 5,000 metros cuadrados y se espera que dure aproximadamente dos años, cuenta con la participación de un equipo internacional de expertos. La Oficina del Director de Intervención Autorizada en Tuam (ODAIT) ha afirmado que los restos están muy mezclados, lo que complica la identificación de las víctimas. Hasta ahora, unas 80 personas han proporcionado muestras de ADN para ayudar en el proceso de identificación. Aunque las Hermanas del Buen Socorro han ofrecido una contribución económica para apoyar la misión, el Gobierno enfatiza que esto no las exime de posibles indemnizaciones a las víctimas. Esta investigación se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio del Ejecutivo irlandés, que desde 2014 ha estado indagando sobre las fosas comunes en varias instituciones relacionadas con el cuidado de madres y bebés en el país.
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