Irene Pujadas, originaria de Sant Just Desvern, ha captado la atención del mundo literario con su primer libro de cuentos, «Els desperfectes», donde su talento para retratar lo cómico y lo perturbador se hace palpable. La autora despliega una narrativa que parece recrear rituales de invocación, donde lo invisible toma forma en excentricidades que sacuden al lector. Desde escenas casi grotescas con bebés hasta incisos que desnudan el absurdo de lo cotidiano, Pujadas desarrolla un estilo ácido y particular. Las historias están influidas por figuras como Georges Saunders, encontrando en ellas una crítica incisiva a las certidumbres del mundo a través de situaciones tan surrealistas como incisivas.
Su reciente novela, «La intrusa», consolida a Pujadas como una narradora de aventuras cargadas de significado moral y espiritual. La obra sigue a Diana, su protagonista, en un caótico viaje interior, orquestado con un sentido del humor sombrío que recuerda a Voltaire y su «Cándido» o al desconcierto burlesco del «Manuscrito encontrado en Zaragoza». Diana y su compañero de viaje, Fidel, navegan por una realidad absurda y plagada de símiles inesperados que enriquecen la narrativa. A pesar de su breve extensión, «La intrusa» se transforma en una experiencia literaria repleta de encanto, donde el lector es atraído por una trama que equilibra la fantasía con una realidad lírica que deja una profunda huella.
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