La ministra en funciones, quien había mantenido encuentros con las víctimas de abuso hace meses, asistió a un acto donde esperaba mostrar su apoyo y compromiso con la causa. Sin embargo, se topó con una situación inesperada al ver que su antecesora estaba presente. Esta última se unió a las víctimas en rechazo a la propuesta de justicia reparadora ofrecida por la Iglesia, lo que sorprendió a muchos de los asistentes y a la misma ministra.
El evento se volvió tenso cuando la exministra gritó consignas junto a las víctimas, dejando entrever un desacuerdo significativo con las iniciativas actuales. La escena evidenció las divisiones internas respecto a cómo abordar el tema de los abusos y las reparaciones. La presencia de las dos figuras políticas subrayó las diferentes posturas frente a las medidas de reconciliación y justicia para las víctimas.
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