Desde sus primeros días, el Protocolo de Internet versión 4 (IPv4) ha sido fundamental para las comunicaciones digitales. A pesar de sus limitaciones y la llegada de su sucesor, el IPv6, IPv4 sigue siendo la opción predominante y, según los expertos, seguirá presente durante décadas.
El desarrollo de IPv4 se remonta a los años 70 con el surgimiento de ARPANET, que sentó las bases de lo que hoy conocemos como Internet. En 1981, se formalizó en el RFC 791, y desde entonces, su expansión ha sido imparable. Durante el auge de Internet en los 90, el desafío de la falta de direcciones forzó la implementación de soluciones como CIDR y NAT para evitar el agotamiento del espacio de direcciones.
Con solo 4.300 millones de direcciones únicas, la saturación de IPv4 se hizo obvia en los 90. Para 2011, los Registros Regionales de Internet comenzaron a agotar sus reservas, lo que dio lugar a un mercado secundario donde bloques de direcciones IPv4 se tranzan por altas sumas, dependiendo de su tamaño y demanda.
A pesar de la disponibilidad de IPv6, tecnologías como NAT y CGNAT permiten a millones de dispositivos compartir direcciones IPv4. Además, técnicas como los túneles IPv6 sobre IPv4 y las configuraciones de double stack han prolongado su vida útil sin forzar un cambio inminente al nuevo protocolo.
Aunque IPv6 lleva disponible más de dos décadas, su adopción global apenas alcanza el 46%. Países como India, Alemania y Estados Unidos están avanzando en la transición, pero todavía hay una gran disparidad en la adopción. Muchas redes persisten con IPv4 debido a los costos y la complejidad de actualizar infraestructuras completas.
El crecimiento del Internet de las Cosas podría impulsar la adopción de IPv6, ya que cada sensor o dispositivo inteligente necesita una dirección única, y solo IPv6 tiene la capacidad de proveer un número virtualmente infinito de direcciones.
Los expertos opinan que IPv4 no será eliminado completamente en un futuro cercano. Similar al caso de COBOL en los sistemas bancarios, IPv4 seguirá siendo utilizado en redes heredadas y dispositivos obsoletos. Aunque las grandes plataformas como Google, Facebook y Amazon ya optan por IPv6, la coexistencia de ambos protocolos continuará siendo la norma.
Con más de 40 años de servicio, IPv4 sigue siendo el pilar de la red global. La ausencia de una fecha de caducidad definitiva, los altos costos de transición y la eficacia de las soluciones temporales garantizan su vigencia. Mientras IPv6 crece, aún le queda mucho camino para lograr su dominio absoluto. En la práctica, el cambio no será abrupto, y el protocolo que dio vida a Internet seguirá siendo un componente esencial durante mucho tiempo.