IonQ, una de las empresas más destacadas en el sector de la computación y redes cuánticas, ha dado un paso crucial para consolidar su liderazgo global tras anunciar la adquisición de Oxford Ionics. La operación, valorada en 1.075 millones de dólares, promete acelerar el desarrollo de ordenadores cuánticos de próxima generación, al tiempo que posiciona al Reino Unido como un epicentro de innovación en esta tecnología estratégica.
Con esta fusión, las dos compañías combinan sus tecnologías complementarias: los sistemas de iones atrapados de IonQ con la tecnología pionera de control de iones en chips semiconductores estándar de Oxford Ionics. Esta sinergia busca construir los ordenadores cuánticos más avanzados, con un plan ambicioso que prevé superar los 256 qubits físicos en 2026 y alcanzar los 2 millones antes de 2030.
Más allá de los beneficios tecnológicos, la operación refuerza la colaboración estratégica entre EE.UU. y Reino Unido en el ámbito cuántico, una alianza que se considera vital para sectores estratégicos como la salud, la defensa y la ciberseguridad. Un informe del Boston Consulting Group estima que el mercado de computación cuántica podría alcanzar un valor de 850.000 millones de dólares en 2040, un horizonte que estas empresas aspiran a liderar.
El equipo directivo de Oxford Ionics, encabezado por Chris Ballance y Tom Harty, seguirá desempeñando un papel clave en la nueva entidad. Preven, además, aumentar la plantilla en Oxford para fortalecer la posición británica en el sector, contando entre sus clientes con entidades del calibre del National Quantum Computing Centre del Reino Unido y la agencia de ciberseguridad alemana Cyberagentur.
La unión de las plataformas de IonQ y la precisión de Oxford Ionics facilitará la creación de sistemas cuánticos tolerantes a fallos y de escala industrial. Esta capacidad es crucial para aplicaciones prácticas en simulación de moléculas, modelización financiera avanzada y defensa, entre otros campos. Además, la hoja de ruta incluye el desarrollo de aplicaciones innovadoras para clientes en ambos lados del Atlántico y colaboración con el Centro Nacional de Computación Cuántica del Reino Unido.
Niccolo de Masi, CEO de IonQ, ha destacado que esta adquisición impulsa la misión de crear ordenadores cuánticos con millones de qubits antes de 2030, estableciendo un nuevo estándar tecnológico. Por su parte, Chris Ballance, CEO de Oxford Ionics, ha subrayado el potencial de integrar su tecnología en la estrategia de IonQ para fomentar la computación cuántica avanzada en Europa y el mundo.
En resumen, la entidad fusionada planea mantener sus acuerdos actuales y expandirlos, siendo clave en el desarrollo de aplicaciones prácticas en campos como la manufactura y la farmacéutica. La operación está sujeta a las aprobaciones regulatorias habituales y se espera que se complete en 2025, consolidando a IonQ no solo como un líder global, sino también como un faro de innovación internacional en la era de la computación cuántica.
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