Un estudio reciente publicado en la revista Science Advances revela que el embarazo y el posparto no generan diferencias anatómicas significativas en el cerebro de madres primerizas comparado con mujeres sin hijos. Sin embargo, dos regiones cerebrales muestran cambios notables tras el parto, influenciadas por la experiencia del parto y los síntomas de depresión posparto.
Liderado por la neurocientífica Susana Carmona del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón, en colaboración con la Universitat Autònoma de Barcelona, el estudio examinó a 88 primerizas y 30 mujeres sin hijos mediante imágenes de resonancia magnética al final del embarazo y durante el posparto. Los resultados revelaron que las madres que percibieron negativamente su experiencia de parto mostraron un aumento en el volumen del hipocampo, mientras que aquellas con síntomas depresivos posparto experimentaron un incremento en el volumen de la amígdala.
El objetivo de las investigadoras es seguir explorando la causalidad de estas alteraciones cerebrales y sus posibles implicaciones a largo plazo. «Los cambios en el cerebro durante la transición a la maternidad podrían ser adaptaciones a los desafíos del parto y la maternidad, y señaladores de vulnerabilidades potenciales», explican desde el Hospital Gregorio Marañón. Este conocimiento es crucial para avanzar en el tratamiento de patologías perinatales como la depresión posparto, que afecta a una de cada cinco mujeres a nivel mundial.
Esta investigación es parte de una línea de estudio consolidada que comenzó hace siete años. Estudios anteriores publicados en Nature Neuroscience por el mismo grupo de investigación ya demostraron que la maternidad se asocia con reducciones en el volumen de sustancia gris durante el embarazo, seguidas de aumentos durante el posparto. María Paternina-Die, también autora del estudio, compara estos cambios con los sucedidos en la adolescencia, otra etapa caracterizada por modificaciones en el cerebro.
El parto y el posparto son momentos emocionalmente intensos que pueden transformar la vida y el cuerpo de una mujer. Este nuevo estudio proporciona valiosa información para comprender mejor el cerebro materno y desarrollar modelos predictivos que mejoren la salud mental de las madres en todo el mundo.