El estudio DECIBEL-MI, presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología 2024, ha revelado que la contaminación acústica urbana tiene un notable impacto negativo en la salud cardíaca, elevando el riesgo de infarto, incluso entre personas jóvenes con bajo riesgo tradicional. La investigación, que involucró a 430 pacientes menores de 50 años en Bremen, Alemania, mostró que aquellos que sufrieron infarto de miocardio habían estado expuestos a mayores niveles de ruido comparado con la población general. Estos hallazgos subrayan la importancia de incorporar la exposición al ruido en los modelos de predicción de riesgo cardiovascular. Otro estudio francés, ENVI-MI, también encontró una fuerte relación entre el ruido urbano nocturno y un peor pronóstico un año después del primer infarto, sugiriendo oportunidades para estrategias de prevención.
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