El Ayuntamiento de Madrid ha presentado un ambicioso plan de infraestructura verde que busca transformar la capital en una ciudad más sostenible y habitable para el año 2030. Esta iniciativa contempla la creación de más de 300 hectáreas de nuevos parques y espacios verdes, así como la plantación de 100,000 árboles adicionales que contribuirán a mejorar la calidad del aire y combatir el cambio climático. El proyecto también incluye la ampliación de carriles bici y áreas peatonales, con el objetivo de reducir el tráfico rodado y fomentar modos de transporte ecoamigables. La alcaldesa ha destacado que este plan es parte de un compromiso más amplio para convertir a Madrid en un referente global de sostenibilidad, subrayando la importancia de la colaboración ciudadana para lograrlo.
En paralelo, se desarrollarán diversas iniciativas educativas y de sensibilización para fomentar prácticas sostenibles entre la población madrileña. Con la participación activa de colegios, asociaciones vecinales y otras entidades locales, el Ayuntamiento espera que estos programas generen un cambio a largo plazo en los hábitos de los ciudadanos. A la par de estos desarrollos, se llevarán a cabo evaluaciones periódicas para medir el impacto ambiental de las acciones implementadas, ajustando el enfoque cuando sea necesario para maximizar los beneficios ecológicos. Este enfoque integral busca no solo mejorar la infraestructura verde, sino también fortalecer el tejido social, aumentando la resiliencia urbana frente a los desafíos ambientales del siglo XXI.
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