Keir Starmer, el actual primer ministro del Reino Unido, enfrenta escrutinio por no declarar ciertos regalos de lujo recibidos por su esposa, Victoria Starmer, provenientes de Lord Waheed Alli, un influyente donante del Partido Laborista. Según una revelación del diario The Sunday Times, Victoria recibió ropa de marca y servicios personalizados de moda financiados por Alli, elementos que no se incluyeron en la declaración de intereses de Starmer ante el Parlamento. Esta situación ha puesto en jaque la imagen de honradez y transparencia que Starmer ha cultivado, comparándose constantemente con su predecesor, Boris Johnson. El incidente es particularmente delicado considerando que Starmer, a lo largo de años, ha recibido un total de 76.000 libras en regalos, cifras que superan significativamente las de otros diputados.
El caso ha generado un debate en torno a los límites y la transparencia en la recepción de donaciones políticas, especialmente porque varios de estos regalos fueron entregados antes de que Starmer se convirtiera en primer ministro, el pasado 5 de julio. El equipo de Starmer señala que se trató de un malentendido de las normativas parlamentarias y mantienen que buscaron asesoramiento apenas ingresaron al gobierno. Sin embargo, a raíz de consultas recientes, se declaró la existencia de nuevos donativos previos de Alli a la esposa del primer ministro. El ministro de Exteriores, David Lammy, defendió que Starmer ha actuado de acuerdo con las reglas y ha intentado ser transparente, subrayando la ambigüedad del terreno. Mientras tanto, se recalca que varios primeros ministros, a menos que fueran multimillonarios, han dependido de donaciones para mantener una imagen pública adecuada.
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