El juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha trasladado al juzgado de Villajoyosa, Alicante, las pruebas encontradas por la Guardia Civil sobre un presunto maltrato de Koldo García a su exesposa, Patricia Úriz. Los indicios fueron hallados durante la investigación de la llamada operación Delorme, donde ambos están implicados por supuestas irregularidades en contratos de mascarillas. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil descubrió mensajes y archivos que sugieren un posible caso de violencia de género, encontrados en un dispositivo encriptado de García. La Fiscalía Anticorrupción fue informada, y el juez Moreno decidió abrir una pieza separada para investigar las acusaciones.
Pese a las acusaciones, tanto la defensa de García como la abogada de Úriz niegan la existencia de un delito de violencia de género. La representante de Úriz afirma que no ha sufrido situaciones que puedan calificarse de tal, mientras que el equipo legal de García considera que las acusaciones forman parte de un “linchamiento”. El caso ha generado controversia, con el juzgado en Villajoyosa ahora encargado de decidir si acepta las pruebas y abre formalmente una causa penal. Mientras tanto, el proceso legal se desarrolla bajo la sombra del caso de mascarillas, en el que García y Úriz están implicados, tensando aún más la complicada dinámica entre los implicados.
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