El interés por los depósitos a plazo fijo está resurgiendo en Europa, capturando la atención de inversores conservadores gracias a las ofertas de rentabilidad atractivas en un entorno económico marcado por tasas de interés elevadas. Entidades bancarias de diversos países han comenzado a ofrecer remuneraciones que alcanzan el 3,25% Tasa Anual Equivalente (TAE) a tres meses, como es el caso del Banco BiG en Portugal, que dirige este incentivo a nuevos clientes. Este movimiento se produce en un contexto donde el Banco Central Europeo mantiene su política de tipos altos como estrategia para combatir la inflación.
La seguridad sigue siendo la característica principal de estos productos financieros. Los depósitos realizados en cualquier banco europeo gozan de la protección del Fondo de Garantía de Depósitos de la Unión Europea, asegurando hasta 100.000 euros por titular y por entidad en casos de insolvencia bancaria. Esta protección convierte a los depósitos a plazo en una opción particularmente atractiva para quienes priorizan la estabilidad junto con rendimientos razonables, sin incurrir en riesgos significativos.
MyInvestor, un banco en España, se suma a esta tendencia ofreciendo un rendimiento del 2,50% TAE también a tres meses, con un requisito de inversión mínima de 10.000 euros. Aunque la oferta puede estar sujeta a condiciones específicas, como ser exclusiva para nuevos clientes o requerir montos mínimos de ingreso, representan una opción de inversión segura y sencilla para aquellos interesados.
La simplicidad es una de las claves del atractivo de estos instrumentos. El procedimiento es directo: el inversor deposita su dinero y, tras el plazo establecido, recibe su capital inicial más los intereses generados, sin cargos ocultos ni la necesidad de monitorear las fluctuaciones diarias del mercado. Pese a su simplicidad, es fundamental ponderar la liquidez del capital, ya que retiradas antes del vencimiento pueden resultar en penalizaciones o en la pérdida de los intereses acumulados.
En 2025, los depósitos a plazo fijo en Europa se posicionan como una alternativa de inversión segura y seductora para quienes buscan proteger su capital y conseguir una rentabilidad moderada sin exponerse a riesgos elevados. La mezcla de seguridad, rentabilidad y sencillez convierte a estos productos en una opción a considerar para los inversores con un perfil conservador.