Las obras de renovación del emblemático estadio del Rayo Vallecano han comenzado con el objetivo de abordar los aspectos más urgentes sin interrumpir la programación de los partidos del club. Estas primeras intervenciones se enfocarán en la reparación de entrevigados fisurados, restauración de grietas, saneamiento de muros y cerrajería, y la eliminación de humedades, como parte de un plan más amplio de reformas.
La fachada de la zona de las federaciones también recibirá atención, con la sustitución de falsos techos y reparación de fisuras. Además, se llevarán a cabo trabajos de pintura en las escaleras de las gradas, arreglos en los aseos adyacentes, y la instalación de paneles de chapa galvanizada en la cubierta de la avenida de la Albufera. Una de las cubiertas del graderío será reemplazada para mejorar la seguridad y el confort de los aficionados. Los espacios actualmente cedidos a federaciones deportivas madrileñas, que incluyen disciplinas como boxeo, tenis de mesa, billar y ajedrez, también serán adecuados en el proceso.
En paralelo, el Ejecutivo autonómico está diseñando un proyecto de reforma integral para modernizar el recinto y honrar adecuadamente el legado del Rayo Vallecano, que este año celebra su centenario. Este esfuerzo cuenta con la coordinación de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, que ha estado trabajando junto al presidente del club, Raúl Martín Presa, y el presidente de LaLiga, Javier Tebas, para asegurar que el equipo pueda seguir jugando en el estadio, construido en 1975, en las mejores condiciones posibles por el tiempo que sea necesario.
Estas reformas no solo buscan revitalizar una infraestructura clave para el club y sus seguidores, sino también convertir el estadio en un referente deportivo acorde con la rica historia del Rayo Vallecano. Con el inicio de estas obras, la comunidad futbolística madrileña aguarda impaciente los resultados que traerán nuevas energías al campo y a los jugadores.