En el municipio toledano de Escalona, la tranquila avenida que antes era el camino de la Torre se ha transformado en un caudaloso río, resultado de las extraordinarias lluvias provocadas por la borrasca Martinho. Este fenómeno meteorológico ha extendido su impacto en varias partes de España, llevando al río Alberche a expandir su cauce y engullir las viviendas de la ribera. Hasta el momento, unas 100 familias han sido evacuadas de un área donde los movimientos del agua han superado los 400 metros cúbicos por segundo, casi treinta veces su caudal normal. Mientras los residentes miran con preocupación hacia los saturados embalses cercanos, las autoridades trabajan contrarreloj. El alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez, destaca que aunque la situación se mantiene estable, el riesgo de nuevas crecidas sigue latente, dependiendo principalmente de las condiciones meteorológicas y el derretimiento de nieve en las montañas.
El fenómeno climático afecta también a otras provincias, como Madrid y Ávila, donde las aguas han comenzado a estabilizarse después de días de creciente preocupación. En Ávila, la guardería Mafalda se encontró entre las estructuras alcanzadas por la riada, dejando tras de sí una estela de daño e incertidumbre. La delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, ha reafirmado el compromiso del Ejecutivo con las áreas afectadas, mientras que en otras regiones, la amenaza de fuertes tormentas, nieve y oleaje mantiene en ciernes a las comunidades y ha llevado a la Agencia Estatal de Meteorología a emitir avisos en 14 comunidades. Los esfuerzos de evacuación y revisión continúan, mientras cientos de personas buscan refugio en instalaciones temporales o la seguridad de familiares, fortaleciendo la esperanza de que las aguas no arrasen con más que solo bienes materiales.
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