La madrugada del pasado 20 de abril, Pedro M., un hombre de 59 años que vive en la terminal del aeropuerto de Son Sant Joan de Palma, emprendió una peculiar travesía junto a un compañero de 53 años con conocimientos de náutica. Influidos por el alcohol, ambos decidieron robar un velero de 12 metros del club náutico San Antonio de la Playa de Can Pastilla, a unos 40 minutos del aeropuerto, con el objetivo de navegar hasta la isla de Cabrera. Aprovechando la madrugada, los dos hombres forzaron la entrada del club náutico y tomaron el velero llamado Peregin Tuk, disfrutando de unas horas de aparente libertad en la mar. Sin embargo, la falta de experiencia y pericia para gobernar la embarcación los llevó a contactar a Salvamento Marítimo, quienes, junto con la Guardia Civil, lograron ubicarlos y detenerlos cerca de Cabrera.
Durante la travesía, las redes sociales se inundaron con la noticia del robo del Peregin Tuk, y grupos de navegación alertaron sobre la desaparición del velero, pidiendo colaboración para su localización. Los dos hombres, que fueron hallados por la patrullera de Salvamento Marítimo, fueron arrestados, pero posteriormente quedaron en libertad con cargos tras comparecer en el juzgado de guardia. Pedro M. ha negado las acusaciones de vandalismo hechas por los propietarios del velero, asegurando que el barco fue devuelto intacto. Tras su aventura, ambos han regresado al aeropuerto de Palma, su hogar improvisado, dejando tras de sí una historia que mezcla desesperación y un efímero deseo de libertad en alta mar.
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