Los trenes de las líneas R4 y R8 del núcleo de Rodalies en Barcelona sufren retrasos significativos debido a una avería en la electrificación, que ha afectado el normal desarrollo del servicio este lunes por la mañana. La catenaria de un tren se enganchó en Castellbisbal, desencadenando perturbaciones que se traducen en demoras promedio de 25 minutos. Adif ha informado que, específicamente en la línea R4, solamente circulan dos trenes por hora y sentido, mientras que en el tramo de la R8 entre Castellbisbal y Rubí se ha implementado transporte alternativo por carretera. Este incidente se suma a una serie de problemas recientes que han puesto a Rodalies bajo un escrutinio intenso de las autoridades y usuarios.
Los cambios en la dirección interna de Renfe, que incluyen el desplazamiento de Antonio Carmona a jefe de relaciones institucionales y la designación de Josep Enric Garcia Alamany como nuevo director operativo, han cobrado nueva relevancia tras el incidente. Carmona no ha sido oficialmente relevado, pero los ajustes comenzaron en febrero, precediendo a esta crisis. El presidente catalán, Salvador Illa, ha admitido que el servicio de Rodalies es deficiente, aunque asegura mejoras futuras gracias a inversiones en infraestructura. Paralelamente, el Parlamento de Cataluña ha reprobado a la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, por su gestión, y ha solicitado tanto su cese como el del ministro Óscar Puente en una situación que también ha suscitado críticas hacia las direcciones de Renfe y Adif. La consejera Paneque reveló preocupantes cifras sobre el servicio: uno de cada cuatro trenes está inoperativo en Cataluña y una considerable parte de las infraestructuras accesorias, como ascensores y escaleras automáticas, no funciona adecuadamente.
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