Millones de usuarios en todo el mundo se vieron afectados el sábado por la noche por una interrupción en los servicios de Microsoft 365, especialmente en la plataforma de correo electrónico Outlook. A partir de las 22:00 horas en la península ibérica, las redes sociales y plataformas de monitoreo de servicios digitales, como DownDetector, comenzaron a reflejar un aluvión de quejas de personas que no podían acceder a sus cuentas, enviar o recibir correos electrónicos, y experimentaban problemas para sincronizar con dispositivos móviles. Este problema no se limitó a España, sino que tuvo un alcance global, generando inconvenientes significativos para los usuarios que dependen de estos servicios en su vida diaria y profesional.
La respuesta oficial de Microsoft se canalizó a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), donde informaron que estaban investigando la causa de la interrupción. Según el comunicado, el problema identificó varios de sus servicios, y se estaba revisando la telemetría junto con los registros de los clientes para evaluar el alcance del impacto. Aproximadamente una hora después de que los problemas comenzaran, el servicio fue restablecido tras la identificación y reversión de un código sospechoso. Aunque la normalidad se reanudó, la compañía continuó monitoreando la telemetría para asegurar la completa recuperación del servicio. La rápida actuación de Microsoft evitó una interrupción más prolongada, lo que destaca la importancia de los mecanismos de monitoreo y respuesta rápida ante fallos en la infraestructura digital global.
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