
La jornada del 18 de noviembre de 2025 comenzó con un importante sobresalto para la comunidad digital mundial. Cloudflare, uno de los titanes en servicios de CDN, DNS y seguridad web, sufrió una significativa incidencia en su red global, provocando errores 500 de forma generalizada. Esta situación ha dejado inoperativos tanto el panel de administración como las API, afectando a un extenso número de clientes alrededor del planeta.
La página de estado de Cloudflare refleja el alcance del problema, categorizado bajo el epígrafe «Cloudflare Global Network experiencing issues». Desde las 11:48 UTC, la empresa ha reconocido la presencia de errores 500 y ha iniciado una investigación para determinar el impacto en sus clientes. Hasta las 12:03 UTC, la empresa confirmaba que continuaba evaluando la causa raíz sin ofrecer aún un diagnóstico ni un tiempo estimado de resolución.
Paralelamente, las operaciones de mantenimiento programadas en varios centros de datos, incluyendo Santiago de Chile, Tahití, Los Ángeles y Atlanta, figuran en la página de estado. Aunque estos mantenimientos suelen causar incrementos mínimos en la latencia, Cloudflare no ha vinculado oficialmente estos trabajos con la caída de la red, tratándolos como eventos separados.
La caída de Cloudflare ha tenido un impacto notable, ya que la compañía juega un papel crucial como red de distribución de contenidos, proveedor de DNS gestionado y firewall de aplicación web, además de ofrecer mitigación contra ataques DDoS. Cuando esta «capa intermedia» falla, el resultado es que muchas webs y servicios se vuelven inaccesibles, incluso cuando los servidores de origen funcionan adecuadamente. Esta dependencia convierte cualquier incidencia en un problema global, como es evidente hoy.
Los errores 500 que los usuarios están experimentando son indicativos de un «Error Interno del Servidor». En el contexto de Cloudflare, estos pueden derivar de problemas en la infraestructura del cliente, de Cloudflare o de una combinación de elementos. Actualmente, con una propagación de errores 500 y problemas en el panel de control y API, parece más un error en la plataforma de Cloudflare que en los servidores de los clientes.
El impacto se extiende a sitios web y tiendas en línea que se vuelven inaccesibles o lentas, paneles de administración caídos, y servicios internos o B2B paralizados. En un mundo donde las empresas confían en un puñado de proveedores, estos incidentes resaltan la precariedad de nuestra infraestructura digital.
Frente a este escenario, los responsables de TI pueden tomar medidas cautelares. Comprobar el estado de los servidores internos, evitar cambios drásticos de configuración, mantener una comunicación clara con los clientes y revisar los planes de contingencia son acciones prudentes en estos momentos.
Este suceso destaca la fragilidad del ecosistema tecnológico actual donde la resiliencia de una organización no solo se mide internamente, sino en su dependencia de terceros para conectividad y seguridad. Con la creciente complejidad de la infraestructura, es inevitable que ocurran interrupciones como esta, pese a los esfuerzos de empresas como Cloudflare. La recomendación sigue siendo clara: estar atentos a las actualizaciones oficiales, actuar con cautela y preparar mecanismos de respuesta para futuras incidencias en la red.
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