La situación en el país ha alcanzado un punto crítico tras la reciente agresión a la caravana presidencial, profundizando un conflicto que lleva 16 días en desarrollo. La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) ha encabezado las protestas en respuesta a la eliminación de la subvención estatal al diésel, una medida que el gobierno justificó por razones económicas. Las manifestaciones inicialmente pacíficas se han intensificado, incorporando bloqueos de caminos y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, lo que ha elevado la tensión social y política en el país.
El desafío de la Conaie ha puesto al gobierno bajo presión en un contexto de creciente descontento por decisiones económicas impopulares. La agresión a la caravana ha sido condenada por el gobierno como un acto de violencia que atenta contra la estabilidad y el orden público. No obstante, los líderes de la Conaie sostienen que es imprescindible revertir las medidas para proteger a las comunidades más vulnerables. La situación sigue siendo tensa mientras las partes llaman al diálogo para evitar un escalamiento mayor del conflicto.
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