En los primeros dos días de la celebración del Orgullo LGTBI en la capital, las autoridades realizaron más de un centenar de detenciones, estableciendo un récord negativo en cuanto a intervenciones policiales durante este tipo de eventos. Este aumento en las detenciones ha generado preocupación entre las organizaciones LGTBI, que temen que pueda desvirtuar la imagen de una festividad centrada en la diversidad y el respeto. Las fuerzas de seguridad han argumentado que las acciones fueron necesarias para garantizar el orden público, aunque esta postura ha sido cuestionada por diversos colectivos que exigen una revisión de los operativos.
El evento, conocido por su carácter inclusivo y festivo, se vio empañado por estas acciones policiales, que han suscitado un intenso debate sobre los límites de la seguridad y la convivencia en eventos multitudinarios. Activistas y representantes del colectivo han pedido al gobierno local que se investigue el contexto y las causas de las detenciones, instando a las autoridades a asegurar que futuras ediciones del Orgullo se desarrollen en un ambiente de respeto y seguridad para todos los asistentes. Mientras tanto, la comunidad LGTBI continúa celebrando su orgullo y reivindicando sus derechos pese a las dificultades enfrentadas este año.
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