En Madrid, la Policía ha identificado la presencia de locales esotéricos distribuidos en varios distritos de la ciudad como Carabanchel, Villa de Vallecas, el distrito Centro y el barrio de Salamanca. Estos establecimientos, que ofrecen servicios relacionados con la espiritualidad, la adivinación y rituales esotéricos, han captado la atención de las autoridades por diversas razones, incluidas las preocupaciones de seguridad y la regulación del negocio. La creciente visibilidad e interés en estos locales por parte de ciertos sectores de la población ha llevado a un aumento en su número y diversidad de servicios ofrecidos.
Aunque no se han reportado incidentes significativos en estos locales, la Policía continúa vigilante ante la posibilidad de actividades ilegales o fraudulentas que puedan ocurrir en su interior. La proliferación de estos lugares plantea desafíos para las autoridades en términos de regulación y control, ya que operan en un área donde las normativas pueden ser ambiguas o difíciles de aplicar. A pesar de esto, los locales esotéricos continúan funcionando con normalidad, atrayendo a clientes que buscan desde consultas astrológicas hasta rituales más elaborados.
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