Durante la noche, se registraron intensos ataques que combinaron bombardeos aéreos con misiles y drones, complementados con ofensivas de artillería y disparos desde helicópteros. Estas acciones coordinadas han generado una fuerte conmoción en la zona afectada, marcando un incremento significativo en la escalada de violencia. Las autoridades locales se encuentran en alerta máxima, desplegando equipos de emergencia para atender a los heridos e intentar restablecer el orden en medio del caos.
Testigos han reportado que los ataques han provocado daños considerables en infraestructuras y viviendas, dejando a la población civil en una situación de gran vulnerabilidad. Las fuerzas militares continúan evaluando el alcance total de los daños, mientras que organizaciones de derechos humanos expresan su preocupación por el impacto humanitario del conflicto. Ante este escenario, la comunidad internacional ha reiterado llamados a la paz y ha urgido a las partes involucradas a reducir las hostilidades.
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