Human Rights Watch (HRW) ha lanzado graves acusaciones contra las fuerzas militares israelíes, indicando que han cometido crímenes de guerra en su ocupación de hospitales en Gaza. Según el informe, en varios centros médicos como Al Shifa en Ciudad de Gaza, Kamal Adwan en Beit Lahia y Nasser en Jan Yunis, los militares israelíes habrían negado acceso a necesidades básicas como electricidad, agua, alimentos y medicinas a pacientes palestinos. Además, HRW destaca que estos actos incluyen disparos a civiles, maltrato a personal sanitario, y la destrucción intencionada de instalaciones y equipos médicos, lo cual ha sido categorizado como violaciones severas del derecho internacional humanitario. Testimonios de pacientes y trabajadores sanitarios documentan la grave interferencia en el tratamiento de heridos y enfermos, resultando en la muerte de al menos 84 pacientes debido a la falta de atención médica adecuada, con un particular aumento en los decesos atribuido a los cortes de electricidad.
El informe subraya que las acciones de las fuerzas israelíes no solo han convertido los hospitales en campos de abandono, sino que también han forzado evacuaciones que pusieron en peligro tanto a pacientes como al personal médico. HRW destaca la ausencia de investigaciones por parte de las autoridades israelíes sobre estas violaciones, que incluyen aparentes crímenes de lesa humanidad y genocidio. Se recalca la gravedad de estas acusaciones, especialmente en un contexto donde Israel recientemente rompió un alto el fuego con Hamás con bombardeos que resultaron en la muerte de más de 400 palestinos. Human Rights Watch enfatiza la necesidad urgente de responsabilizar a los responsables de estos abusos y recuerda la obligación de respetar y proteger los hospitales durante un conflicto, conforme al derecho internacional humanitario.
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