La provincia de Valencia enfrenta una complicada situación vial este lunes por la mañana, con más de 30 kilómetros de retenciones en al menos seis de sus carreteras principales, a raíz de las inundaciones causadas por la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos). Entre las vías más afectadas se encuentran la V-30 y la V-31, donde las colas de vehículos son de 9 y 9,5 kilómetros respectivamente. La A-3 y la A-7 también presentan atascos significativos, con un tramo de la A-7 incluso cerrado. En respuesta, el Cecopi ha ampliado las restricciones de circulación en el área metropolitana para permitir que los equipos de emergencia trabajen con mayor eficacia, intentando evitar un colapso vial total.
Mientras tanto, las operaciones de búsqueda y desescombro continúan en las zonas más afectadas. El buque «Galicia» de la Armada ha atracado en el puerto de Valencia con personal de refuerzo y suministros esenciales, mientras que desde Madrid han llegado camiones cargados de ayuda humanitaria. En paralelo, la escena política se ha intensificado con críticas del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, hacia el Gobierno central por su gestión de la alerta hidrológica. El Gobierno ha respondido aclarando que las confederaciones hidrográficas, bajo su jurisdicción, no son responsables de lanzar estas alertas, subrayando que esa función corresponde a los servicios de emergencias regionales. Durante la jornada, persistirán lluvias intensas en algunas regiones, con Cataluña bajo aviso naranja y la Comunidad Valenciana bajo aviso amarillo, mientras las autoridades intentan anticipar un clima más estable para el resto de la semana.
Leer noticia completa en El Pais.