El consorcio vasco ha decidido ceder y pagar 5 euros por acción en una operación clave, a pesar de las complicaciones surgidas durante el proceso. Inicialmente, la oferta se encontraba bajo presión, ya que la intervención del ejecutivo liderado por Sánchez había excluido a Pesa del terreno, generando tensiones en el mercado. A esta situación se le sumó la respuesta de la Bolsa, que castigó el precio de las acciones, llevándolo a la baja y complicando aún más la negociación. Sin embargo, el consorcio ha optado por seguir adelante con el acuerdo a este precio para evitar mayores inestabilidades futuras.
El escenario financiero había evidenciado volatilidad y debate, y muchos analistas seguían de cerca el impacto de estas decisiones tanto en el ámbito económico como político. Aunque algunos esperaban movimientos más agresivos o incluso un replanteamiento de la estrategia, el consorcio apostó por un enfoque más conservador tras sopesar las alternativas y el golpe bursátil recibido en días anteriores. Esta decisión afecta no solo al consorcio y a sus partes interesadas, sino que también tiene implicaciones más amplias para el mercado, que sigue atento a cómo esta resolución influirá en las dinámicas empresariales y políticas en la región.
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