En la era digital, Internet se ha convertido en el principal recurso para millones de personas que buscan resolver dudas y obtener información instantánea sobre una amplia variedad de temas. Desde cuestiones de salud hasta detalles sobre relaciones personales, los usuarios recurren a motores de búsqueda y plataformas de inteligencia artificial para obtener respuestas. Esta tendencia refleja un cambio significativo en el comportamiento de consumo de información, donde la accesibilidad y el anonimato que ofrece la Red permiten a los individuos explorar cuestiones que podrían considerar incómodas de discutir en entornos más tradicionales.
Por un lado, gigantes tecnológicos como Google se han establecido como fuentes confiables de conocimiento, siendo consultados incluso para temas de salud, sustituyendo en ocasiones la consulta médica tradicional. Por otro lado, el auge de la inteligencia artificial ha abierto nuevas posibilidades para que los usuarios aborden temas más personales, incluidos aquellos relacionados con la intimidad y las relaciones. La capacidad de estas tecnologías para entender y responder a preguntas complejas ha aumentado la dependencia de los usuarios, quienes valoran la rapidez y discreción que ofrece la tecnología moderna en la búsqueda de conocimiento y soluciones.
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