En un esfuerzo por satisfacer las crecientes demandas energéticas del mundo moderno, Intel y la compañía irlandesa Nexalus han unido fuerzas para desarrollar una tecnología de refrigeración revolucionaria. Esta innovación no solo enfría efectivamente los procesadores, sino que también ofrece una solución gestionable al problema del calor residual en los centros de datos y otras instalaciones tecnológicas.
La nueva tecnología, resultado de más de dos años de esfuerzos conjuntos entre Intel y Nexalus, se destaca por su capacidad para recuperar hasta el 95% del calor generado por CPUs y GPUs. Este calor, que en su mayoría solía perderse, puede ahora ser reutilizado como una fuente de energía térmica sostenible, revolucionando así el enfoque tradicional hacia la gestión térmica en infraestructuras digitales.
Diseñadas para enfrentar las condiciones más extremas, estas unidades compactas cuentan con un sistema avanzado de intercambio térmico. En lugar de los tradicionales ventiladores, utilizan placas frías y microjets líquidos que enfrían directamente los puntos críticos de los chips. Esta tecnología ha sido especialmente diseñada para entornos exigentes, como las estaciones base de telecomunicaciones 5G, demostrando su eficiencia en temperaturas que van desde climas bajo cero hasta los 81 ºC.
El Dr. Cathal Wilson, cofundador de Nexalus, subraya el potencial sostenible de esta innovación: «Convertir el calor residual de la computación en una oportunidad sostenible es nuestro objetivo». Al producir agua caliente como subproducto, el sistema no solo evita el sobrecalentamiento, sino que abre la puerta a su reutilización en calefacción o consumo doméstico.
Intel ha jugado un papel crucial en este avance al proporcionar valiosa información sobre el diseño térmico de sus procesadores Intel® Xeon®. Esta colaboración ha permitido a Nexalus optimizar su algoritmo de refrigeración, garantizando así un rendimiento óptimo incluso en las condiciones más severas. Uzair Qureshi, del Edge Compute Group de Intel, recalca que los sistemas han sido sometidos a rigurosas pruebas durante más de nueve meses para asegurar su eficacia.
El trabajo colaborativo también ha llevado al desarrollo de innovaciones como el Intel Flex Single-Slot GPU Block y nuevos sistemas de refrigeración para tarjetas de red. Estas innovaciones facilitan incluso el overclocking extremo de procesadores Xeon, incrementando significativamente su potencia sin comprometer el rendimiento.
Con esta alianza, Nexalus e Intel han señalado un cambio de paradigma en la gestión energética de los centros de datos. Al transformar el calor residual en un recurso valioso, estas empresas no solo mejoran el rendimiento de los equipos, sino que también adoptan un modelo más ecológico y sostenible para la infraestructura digital del futuro. Dirk Blevins de Intel destaca este enfoque como una alternativa inteligente y eficiente frente a los modelos tradicionales, ya bajo evaluación por prominentes OEMs y operadoras de telecomunicaciones.
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