Las acciones de Intel experimentaron un incremento del 2% tras las declaraciones de su director financiero, David Zinsner, durante la conferencia Global Technology, Media and Telecommunications 2025 de Citi. El ejecutivo confirmó que, gracias al capital gubernamental de Estados Unidos, la empresa podrá saldar su deuda antes de finalizar el año. Además, abordó las preocupaciones sobre la dependencia de Intel respecto a TSMC, asegurando que el gigante taiwanés será un socio estratégico permanente.
Zinsner explicó que, antes de que el Gobierno estadounidense adquiriera un 10% de participación en Intel, quedaban pendientes 5.700 millones de dólares en subvenciones. Debido a la participación estatal, el dinero se otorgó por adelantado, con la excepción de 3.000 millones de dólares del programa Secure Enclave, que se distribuirán durante varios años.
Intel también planea sanear sus finanzas mediante desinversiones y reducción de deuda. En breve, se espera concretar la venta de su filial Altera, obteniendo 3.500 millones de dólares. Estos fondos, junto con nuevas inversiones, permitirán amortizar 3.800 millones de dólares de deuda pendiente. Zinsner resaltó que el objetivo es no refinanciar para mejorar el balance de la compañía tras años de gastar anticipadamente frente a la demanda.
Respecto a Intel Foundry, Zinsner dejó abierta la posibilidad de una escisión para atraer inversiones externas. No obstante, esto no ocurrirá a corto plazo, ya que el negocio aún no está listo para recibir inversores.
La estrategia tecnológica de Intel se centra en la evolución de sus procesos de próxima generación, destacando el costoso pero prometedor 14A. Aunque existe el riesgo de no captar suficientes clientes, Zinsner mostró confianza respaldada por el CEO Lip-Bu Tan.
Además, la relación con TSMC es crucial para Intel. Actualmente, el 30% de sus productos se fabrican en TSMC, y aunque ese porcentaje disminuirá, la colaboración continuará siendo significativa. Zinsner destacó que esta alianza es estructural, y aunque la dependencia variará, TSMC seguirá siendo un socio indispensable.
El mensaje es claro: Intel está en una fase de saneamiento financiero, apoyada por fondos públicos y movimientos estratégicos que le permiten fortalecer su posicionamiento en el mercado en medio de la competencia con firmas como AMD y NVIDIA. Con una estrategia híbrida, la empresa apuesta por su negocio de fundición y la colaboración continua con TSMC para asegurar volumen y competitividad tecnológica.
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