La gigante tecnológica Intel, otrora líder indiscutible en la fabricación de semiconductores, se encuentra en una encrucijada sin precedentes en su historia. Ante una caída vertiginosa en su valoración y resultados financieros, la compañía está considerando medidas radicales para revertir su fortuna.
Según informa Bloomberg, Intel está barajando diversas opciones para salir de su actual crisis. Entre las alternativas más drásticas se encuentra la posibilidad de dividir la empresa, separando su negocio de fabricación del de diseño de productos. También se contempla la venta de algunas áreas de su división de fabricación.
Para tomar estas decisiones cruciales, Intel ha recurrido al asesoramiento de entidades bancarias de renombre como Morgan Stanley y Goldman Sachs. Estas instituciones están aconsejando a la compañía sobre posibles medidas a tomar, incluyendo potenciales compras y fusiones.
El CEO de Intel, Pat Gelsinger, se enfrenta a un momento decisivo. Su estrategia, centrada en la fabricación propia como pilar para restaurar el prestigio de la empresa, está siendo cuestionada. La división o venta de la unidad de fabricación supondría un giro radical en su visión para la compañía.
Los resultados financieros de Intel son preocupantes: pérdidas de 1.610 millones de euros en el último trimestre y una caída del 60% en el valor de las acciones en lo que va de 2024. La valoración actual de mercado de Intel se sitúa en 86.000 millones de dólares.
Ante la crisis, Intel ya ha tomado medidas drásticas. La compañía ha iniciado planes de despido de aproximadamente 15.000 empleados, ha recortado significativamente sus inversiones y ha suspendido el pago de dividendos.
La división de producción de Intel, que pretendía competir con gigantes como TSMC, no ha logrado atraer suficientes clientes externos. En el último trimestre, esta unidad registró pérdidas de 2.800 millones de dólares.
Además, la reciente salida de Lip-Bu Tan, un veterano del sector de los semiconductores, de la Junta Directiva de Intel, ha añadido incertidumbre al futuro de la compañía. Su partida priva a Intel de una voz experimentada en un momento crítico.
Intel ha caído de los 10 primeros puestos en la lista de mayores fabricantes de chips. La comparación con competidores como Nvidia, que podría doblar los ingresos de Intel este año, refleja la magnitud del desafío al que se enfrenta la empresa.
En conclusión, Intel se encuentra en un momento decisivo de su historia. Las decisiones que tome en los próximos meses podrían determinar no solo su futuro inmediato, sino también su relevancia a largo plazo en la industria de los semiconductores.
