En el panorama actual de las redes sociales, los anuncios se han convertido en una presencia casi imperceptible para muchos usuarios, tal como revela un estudio reciente de la Universidad de Twente. La investigadora Maike Hübner, al frente del proyecto, señala que las plataformas han refinado tanto su integración publicitaria que los usuarios suelen no distinguir entre contenido orgánico y anuncios. Este fenómeno se debe en parte a un diseño estratégico que busca mimetizar los anuncios con las publicaciones habituales, aprovechando que los usuarios navegan en un modo relajado y automático, sin prestar atención a las etiquetas que indican contenido patrocinado.
El estudio, que utilizó simulaciones de muros de Instagram para analizar las interacciones de 152 participantes, mostró que muchos usuarios no se percataban de los anuncios, a pesar de creer que tenían control sobre lo que consumen visualmente. Ante este desafío, los expertos destacan la necesidad de mejorar la alfabetización visual y la conciencia sobre la publicidad encubierta. Sin embargo, la investigación también enfrenta críticas por la falta de detalles metodológicos, aunque se reconoce su aporte al señalar cómo las interfaces digitales influyen en el comportamiento del consumidor. A medida que las plataformas continúan aumentando su sofisticación, los autores abogan por regulaciones más efectivas y una mayor transparencia para proteger a los usuarios, especialmente a los más jóvenes y vulnerables.
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