El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han lanzado una seria advertencia sobre las nuevas tácticas del presidente ruso, Vladimir Putin, en la llamada guerra híbrida. En un contexto de creciente tensión internacional, Rutte y Von der Leyen señalaron que Putin está intensificando su uso de estrategias no convencionales para socavar la estabilidad europea, como ciberataques y desinformación. Ambos líderes enfatizaron la necesidad de una respuesta coordinada y firme por parte de la Unión Europea para contrarrestar estas medidas y proteger la seguridad del continente.
Mientras tanto, los países conocidos como los «frugales» -Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia- continúan su presión sobre Bélgica para que acepte el uso de activos rusos que han sido congelados en medio de las sanciones impuestas a Moscú. Estos países argumentan que los fondos podrían ser utilizados para ayudar a financiar la reconstrucción de Ucrania, afectada profundamente por el conflicto armado. No obstante, Bélgica se mantiene cauta debido a las posibles implicaciones legales y diplomáticas de liberar tales activos, lo que ha generado tensiones dentro de la Unión Europea sobre la mejor manera de proceder en esta compleja situación geopolítica.
Leer noticia completa en El Mundo.


