Grecia logró una victoria ante Inglaterra en un tenso encuentro de la Liga de Naciones, marcado por el emotivo gol de último minuto de Vangelis Pavlidis. Este resultado, sin embargo, pasó a un segundo plano debido al ambiente de duelo que envolvió al equipo griego por la reciente muerte de George Baldock, un jugador internacional del equipo heleno. Pese al duelo, los jugadores se vieron forzados a participar en el encuentro dado que no había posibilidad de posponerlo, según comentó el centrocampista Dimitrios Pelkas, quien señaló que fue un partido jugado bajo las reglas estrictas de la UEFA. Pelkas dedicó la victoria a Baldock, enfatizando que «cuando pasan estas cosas en la vida, el fútbol es la segunda parte».
El luto por Baldock fue palpable durante todo el partido, celebrado en Wembley, donde se guardó un minuto de silencio y los futbolistas portaron brazaletes negros en homenaje al compañero fallecido. Pelkas, conmovido, relató que el día anterior al partido fue uno de los más duros vividos por el equipo, caracterizado por la falta de palabras y risas entre los jugadores. Remarcó que Baldock era considerado uno de ellos y envió sus condolencias a la familia del fallecido, subrayando el vacío dejado por su partida. A pesar de la tristeza, los jugadores encontraron fuerzas para honrar su memoria con esta victoria, sintiendo que Baldock, de alguna manera, estuvo presente en la victoria desde las alturas.
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