En una tarde llena de emociones en Mendizorroza, el Deportivo Alavés logró una victoria crucial ante el Villarreal, en un partido que se destacó por su intensidad y dramatismo. El único gol del encuentro llegó en el minuto 10, cuando Manu Sánchez cabeceó a la red un centro de Nahuel Tenaglia que dejó al portero Diego Conde del Villarreal sin opciones. Pese a este temprano golpe, los visitantes azotados por las inclemencias meteorológicas y un accidentado viaje, no lograron sobreponerse. A esto se sumó un Alavés batallador, que jugó cada balón con intensidad, destacando la actuación de Antonio Sivera bajo los palos, quien brindó seguridad hasta su desafortunada lesión y expulsión en la segunda mitad tras un controvertido despeje fuera del área.
El guion del partido dio un vuelco con la expulsión de Sivera, lo que dejó al Alavés con un hombre menos desde el minuto 58. Sin embargo, la adversidad fortaleció la moral del equipo local, que continuó defendiéndose de un Villarreal incapaz de materializar sus oportunidades, a pesar de realizar 23 disparos, ninguno a puerta. En los minutos finales, el Alavés tuvo que resistir con nueve jugadores tras la expulsión de Antonio Blanco, pero la fortaleza defensiva y el debut bajo presión de Adrián Rodríguez en la portería fueron clave para mantener el resultado. El silbatazo final desató la alegría entre los aficionados locales, celebrando una victoria que no solo interrumpe una racha negativa, sino que también otorga un bálsamo de esperanza en su lucha por la permanencia en la categoría.
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