El presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, fue objeto de insultos y amenazas por parte de un ultra vinculado al grupo radical Herri Harmaila tras un reciente partido en el que el equipo venció al Real Madrid. El incidente, ocurrido en plena calle, incluyó comentarios intimidantes y amenazas directas hacia Uriarte, a quien el agresor instó a necesitar guardaespaldas. Estos hechos, considerados graves por el club y su directivo, han sido denunciados a la Ertzaintza y reflejan la creciente tensión entre las autoridades del Athletic y ciertos sectores de su afición, que alegan estar siendo reprimidos en los partidos.
Esta situación se enmarca en un contexto de creciente conflicto interno en el club vasco, evidenciado también en la reciente asamblea del club, donde se criticó la gestión de la junta directiva y las sanciones a algunos socios. Además, durante un partido de la Europa League, la Herri Harmaila organizó una huelga de 30 minutos en protesta por lo que consideran represión policial y falta de apoyo por parte del club. El grupo de ultras ha manifestado sentirse desprotegido y traicionado, afirmando que la directiva se ha alineado con las fuerzas policiales en su contra, lo que incrementa aún más la brecha entre ambas partes.
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