Un gran jurado federal ha imputado este jueves a James B. Comey, exdirector del FBI, por supuestos delitos de declaración falsa y obstrucción. Esta decisión ocurre tras la reciente solicitud de Donald Trump a la fiscal general, Pam Bondi, para actuar contra sus oponentes políticos. Desde el Departamento de Justicia, se argumenta que Comey abusó de su cargo a través de sus conductas en redes sociales y declaraciones públicas, mientras que sus defensores sostienen que las acusaciones son motivadas políticamente.
La imputación ha generado reacciones diversas, con Trump celebrando la noticia como un avance de justicia en el país, al calificar a Comey de “uno de los peores seres humanos”. En contraste, legisladores demócratas han denunciado la acción como un “fracaso del sistema judicial” y advierten sobre el uso de la justicia para castigar enemigos políticos. El senador Chris Murphy ha instado a una reflexión sobre la situación, señalando que la nación se encuentra en una crisis constitucional. Comey, quien supervisó la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016, se convierte así en el primer exalto funcionario del Gobierno que enfrenta un proceso en relación con este asunto.
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